He cruzado demasiadas líneas rojas,
tantas
que has tenido que volver
a morir por mi.
¿Y todo para qué?
No hay misterios ni tesoros
en ninguno de los nueve círculos,
tan sólo fascinantes, tentadoras
luces de neón tras la que se oculta ¡nada!
Si acaso el temerario riesgo sin pavor
del borde de algún abismo.
Ha sido un viaje en balde
que no lamento.
Lo malo ha sido verte morir de nuevo.
Lo peor,
esta sensación amarga
de que incluso tu primera muerte fue en vano.
29-3-2011
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