Antes yo era tan tonto que la consideraba inteligente porque sabía bastante de literatura y de teatro, y cuando alguien sabe de esas cosas cuesta mucho trabajo llegar a averiguar si es estúpido o no. En el caso de Sally me llevó años enteros darme cuenta de que lo era.
J.D. Sallinger, El guardián entre el centeno, capítulo 15.
1 comentario:
Dí contigo y es un placer.
Un beso Alex.
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