¡Toc, toc! Hola, ¿hay alguien ahí?
¡Toc, toc!
Hola, ¿hay alguien ahí?
Pues eso, que estoy mirando las estadísticas de esta humilde página y veo que posiblemente haya sido el día con mayor número de visitantes hasta la fecha, 14 (si, lo sé, es un número de visitas ridículo). Lo que me parece altamente raro es que ese dato se haya dado precisamente un día en que no he publicado nada. Lo último fue de hace dos días. Además las visitas no vienen acompañadas de ningún comentario y más de la mitad de ellas tienen su origen en Sevilla, ergo seguramente me conocéis incluso en persona, habéis tenido ese (dis)gusto.
El cuento de decir todo esto no es que realmente me importe en absoluto, yo seguiré escribiendo por acá aunque haya cero visitas y los comentarios habituales (uno o dos al mes a lo sumo) o ninguno, me traen esas cuestiones completamente sin cuidado. Pero digo yo que no le voy a pedir a visitas tan raras (pero raras de cojones) como el CSIC o el Ministerio de Defensa en Madrid que digan qué diablos estaban haciendo por aquí, pero al resto, compatriotas sevillanos, queridos invasores huéspedes de estas líneas, bien podíais dejar una marquita en plan lavabo de instituto (yo estuve aquí) o mirar la sección de agenda y chocar conmigo (por las buenas y sin empujar, eh) en algún sitio.
Si no, pues nada, seguid desfilando en plan anónimo por las estadísticas, que aquí no hay que pagar peaje.
Cuestión aparte ya que estoy metido en faena y ha surgido esta excusa tan mala de las visitas para escribir algo hoy... voy a estar una temporada sin gafas porque he notado que cada vez veo menos, incluso con gafas. Aunque me suena raro incluso a mi mismo estoy empezando a pensar que se debe a que con las gafas no fuerzo a la vista y debo entrenar la vista de tanto en tanto. ¿Qué tal me veo sin gafas? Yo me veo estupendo. No, abuela no tengo.
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