Un poema forjado durante la chocolatada y fraguado durante mi estancia en Lisboa.
Recital nocturno.
Resiste, corazón, recita,
aunque estén tus ojos anegados
firme sea tu voz y tu pulso.
Y si con estallar amenaza
tu cansado corazón
¡que estalle!
Tú empuña el micro y el verso
en esta noche que te pertenece.
28-12-2008
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