En julio de 2005 pasé tres semanas en Carmona, y escribí varios poemas, pero solo uno de ellos ha pasado la criba de la Reconstrucción (quitando un verso que no cuadraba). Es éste que ahora os presento:
Juicio de la Humanidad
Y al poner públicamente
mi vida en versos
sin secretos ni tabues
me expongo al juicio,
y me siento y declaro culpable
de lo que siento y lo que no,
de lo hecho, lo no hecho y lo por hacer,
culpable a cara y a cruz
a la luz y contraluz, a todas luces
C-U-L-P-A-B-L-E.
Y no pienses que me arrepiento.
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